domingo, 20 de diciembre de 2015

RELATOS GANADORES CONCURSO AMPA 2015

Una noche mágica
Hace frío, todo está oscuro y a la vez iluminado. Un gran cucurucho de helado del revés resplandece en medio de la noche. Está inclinado y tiene una bola encima, casi como un gorro gigante de Papá Noel, pero sin caerse, parece la torre de aquella ciudad en la que comen tanta pizza.
“Hay tanta gente que no cabría ni un elefante” piensa un niño que ve los alfileres demasiado pequeños mientras es arrastrado entre la multitud.
Por fin llegan a una zona en la que pueden respirar, el agarre de su mano se afloja ligeramente, no se  ven las estrellas, así que mira a su alrededor. Todos tienen la nariz y las mejillas rojas. Y todos están pendientes del reloj. “Bueno, no todos” recapacita al observar a su hermano, subido a hombros y dando palmadas al vaho, maravillado por poder crear humo.
–¡Dos minutos! –grita alguien.
Su madre, frenética, suelta su mano y rebusca en el bolso, saca cuatro vasos y los reparte. Vuelve a meter la mano en el bolsillo mágico, pero esta vez aparece un tupper con uvas.
–Quítate los guantes –escucha, pero no le da tiempo.
Oye una campanada… el primer cuarto, pero ya ha sacado una uva del vaso y se la ha metido en la boca con algún pelo. Ajeno a todo lo demás intenta quitárselo todavía con los guantes puestos.
De repente, el ruido del bullicio desaparece, mira al cielo y ve las estrellas probablemente por primera vez. Por más que lo intenta no encuentra ni el cucurucho ni el reloj, aunque ve otras cosas que cambian constantemente y llaman su atención. Al cabo de un rato, con varios minutos de diferencia, aparecen el reloj y el cucurucho, que cada segundo es de un color distinto.
Finalmente, todo vuelve a ser como antes, se gira y no ve a sus padres, hay mucha menos gente. Una mano lo sujeta, es alguien llamando por teléfono que impide que se vaya.
A los pocos minutos aparece un policía que le dice que no puede volver a marcharse así y lo acompaña hasta el otro extremo de la plaza, con sus padres, que no dicen nada, solo lo agarran muy fuerte uno de cada mano y con su hermano todavía a hombros vuelven a casa.

Esa noche no hay broncas, pero el reloj con las uvas solo lo vuelve a ver en la televisión.

AUTOR: ALBA DE LA FUENTE 4º C.
Sin Ilusión

Yo ya no creo en las navidades,
Tan solo consigo ver crueldades,
Todo depende de las edades.

En la infancia te dicen que sueñes,
Que en el futuro podrás ser lo esperes,
Pero en realidad nada es lo que parece.

La vida no es un cúmulo de color,
Es un lugar terrible donde aguantar el dolor,
Donde ni el amor conseguirá darte calor.

Nada te mantendrá alegre,
Pues cualquier cosa hará que te desesperes,
A nadie le gustará como eres.

La vida no es un cuento de hadas,
Da igual lo que hagas,
Tu alma no soportará estar siempre destrozada.

Tan solo soy un cúmulo de malas pasadas,
No espero que me comprendas,
Tan solo que lo entiendas.

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